Educación, padres

Como conecto con mi hijo adolescente

Cuando nuestros hijos son pequeños, nos ven como sus héroes, nos siguen, nos imitan, nos dicen cuanto nos quieren e incluso algunos dicen «quiero ser como mi mamá o como mi papá». Creamos con ellos un lazo estrecho y un sistema que funciona para todos, pero llega una edad en la que todo empieza a cambiar, de repente cuestionan todo lo que les decimos, nos voltean los ojos, lo que decimos está mal y se enojan facilmente… están empezando a cambiar, están entrando a la adolescencia.

Photo by Cori Rodriguez on Pexels.com

Parte de estos cambios se deben a la necesidad de encontrar quienes son, y para esto necesitan iniciar un proceso de separación de la familia: individuación. Esta puede iniciar muy temprano a los 10-11 años o a más tardar entre los 18-19 años.

Los adolescentes que no se rebelan pueden convertirse en adictos a buscar la aprobación de los demás, inseguros de tomar riesgos o a seguir bajo las alas de sus padres.

Como padres cometemos el error de pensar que todos estos cambios es un ataque personal, se nos olvida que también fuimos adolescentes y que poco tiene que ver con nosotros. Ellos están pasando por fuertes cambios tanto físicos como emocionales, está cambiando su cuerpo, sus gustos, sus prioridades, no sabe porque se sienten así, papá y mamá ya no son lo más importante, sus amigos y sus relaciones sociales son prioridad.

Como padres debemos cambiar nuestra relación con ellos, ya no son pequeños y nuestro acercamiento debe ser diferente. Debemos aprender a permanecer en la vida de nuestros hijos, esta vez como copilotos, ellos quieren ser los pilotos de sus vidas.

Claro que nos da mucho miedo que nuestros hijos tomen malas decisiones que puedan afectar el resto de sus vidas, pero confía en que ellos ya llevan las bases que tú les diste. Por más que te opongas lo van a hacer (preocúpate si no lo hacen), la diferencia es si van a tener la confianza de acudir a nosotros para lo que sea, sin miedo a las consecuencias, o van a buscar ayuda en otro lado.

No podemos educar desde el miedo, porque esto nos sesga y tendemos a tomar el control y ser reactivos.

Por eso es tan importante tener una relación de respeto, confianza y amor con ellos. Aunque digan que no, todavía nos necesitan pero de una manera diferente.

Para lograr una buena relación con tu hijo adolescente, Jane Nelsen, en el libro de «Disciplina Positiva para adolescentes», nos comparte estos tips.

  1. Ponte en los zapatos de tu hijo
  2. Escucha
  3. No te preocupes por lo que los demás piensen, haz lo que es mejor para tu hijo
  4. No los humilles, motívalos
  5. Asegúrate que el mensaje de amor llegue
  6. Involúcralos en la solución de problemas
  7. Haz acuerdos respetuosos
  8. No van a ser adolescentes toda la vida, y si logras tener una buena relación con ellos

Cuando usamos métodos cordiales y firmes, esta rebelión tiende a disminuir (no desaparece). Simplemente recuerda que tu hijo esta tratando de descubrir sus propios sentimientos y pensamientos. Vamos a enfocarnos en el largo plazo y vamos a ser una guía confiable para nuestros hijos.

Aprendiendo a ser padres

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